Una epidemia de hepatitis E amenaza a 250.000 desplazados por Boko Haram

Domingo, 3 de septiembre de 2017 | e6d.es
• Faltan fondos para mantener la respuesta al brote, que afecta sobre todo a mujeres

Comienza el periodo de siembra en el sur de Níger y las previsiones pluviométricas apuntan a una buena cosecha, pero la inseguridad en la zona (solo en el mes de julio se produjo el secuestro, presuntamente por Boko Haram, de 39 mujeres y niños) y una epidemia de hepatitis E  que afecta ya a más de 1600 personas podrían perjudicar estas previsiones positivas. Las autoridades nigerinas se afanan por instalar en sitios adecuados a los 250 000 desplazados por la violencia de Boko Haram (muchos viven todavía en las lindes de la carretera principal en condiciones precarias) pero necesitan el apoyo de la comunidad internacional para la provisión de agua segura y la instalación de letrinas a infraestructuras básicas de saneamiento.
 “La hepatitis E, especialmente grave en mujeres embarazadas, es un virus que se transmite mediante el agua y las heces, por lo que garantizar un entorno seguro de agua y saneamiento es crucial para atajar este tipo de epidemias”, explica Celia González, técnica de agua y saneamiento en Acción contra el Hambre.  El equipo de Acción contra el Hambre, presente en la región desde el inicio de la crisis en el lago Chad ha realizado distribuciones urgentes de jabón, kits de higiene y bidones, instalado letrinas y sensibilizado a la población para identificar y prevenir la propagación de la hepatitis E, pero alerta sobre la escasez de fondos para consolidar la intervención.
 
Tensiones ante la escasez de agua
“La ampliación y construcción de nuevos campamentos para la población desplazada, a los que hay que dar acceso a una fuente de suministro, hacen que nos preocupemos especialmente por el agua”, afirma desde Niamey Pauline Jacquart, coordinadora de emergencia de Acción contra el Hambre en Níger. “Además, las tensiones entre la población local y la desplazada por el acceso al agua comienzan a ser cada vez más evidentes”. Aunque el censo presenta grandes dificultades, en la región viven ahora 248 000 desplazados (de los que más de 105 000 son refugiados provenientes de Nigeria).
 
La respuesta humanitaria ha paliado la estación del hambre en 2017
“En el lado positivo cabe destacar el enorme esfuerzo realizado por la comunidad humanitaria durante la estación del hambre, el periodo entre cosechas más duro del año: la ayuda ha llegado a más de 405 000 personas, principalmente en forma de distribuciones alimentarias y de dinero para comprar alimentos, lo que ha conseguido salvar miles de vidas”, explica el Director País de Acción contra el Hambre, Lucas Honnauer.
 
Prosigue la huida de Boko Haram
Las últimas cifras arrojan, solo en la región de Diffa,  más de 200 000 personas desplazadas, entre refugiados, desplazados internos y retornados. “La situación está lejos de ser estable. La población continúa viéndose forzada a abandonar sus pueblos ante los ataques y saqueos de Boko Haram, o se adentra en zonas de máximo riesgo para pescar o conseguir alimentos, con lo que la violencia en la zona podría contrarrestar los esfuerzos de la población en la siembra que acaba de empezar”, concluye Jacquart.
 
El sonido de los conflictos en Sahel, por Iván Ferreiro
Precisamente el de los conflictos (por Iván Ferreiro) y el de la enfermedad (Fredi Leis) son dos de los sonidos del hambre con los que 11 músicos españoles han creado una exposición sonora para sensibilizar sobre la estación del hambre en esta región del mundo, en el marco de la campaña “El sonido del hambre” impulsada por Acción contra el Hambre y la Comisión Europea.
El Seis Doble | Acción contra el Hambre