‘Sanchara Grandhalayam’, educación sobre ruedas para combatir el analfabetismo en la India

Jueves, 31 de octubre de 2019 | e6d.es
• El proyecto Bibliobús Anantapur recorre una región en la que más del 40% de la población no sabe leer ni escribir

Hoy es un día especial para Manasa, de 13 años, y sus amigos y amigas de Ramapuram. Con entusiasmo, se dirigen nada más terminar sus clases hacia el Sanchara Grandhalayam. Esta denominación en telugu hace referencia al 'bibliobús', una biblioteca móvil que lleva consigo más de 3.700 libros para combatir el analfabetismo en esta región del estado de Andhra Pradesh. Bajo el árbol, repleto de frutos de tamarindo, las gentes de Ramapuram rodean el bibliobús mientras la bibliotecaria, Sowjanya, ordena los libros de los cajones por temáticas. Al mismo tiempo, David lee sentado a los pies de una escalera.
El proyecto de bibliobús nace tras la visita de tres andaluzas dedicadas profesionalmente al ámbito cultural. Hace una semana que visitan cada pueblo de Adoni, siguiendo el avance del proyecto que propusieron hace apenas dos años. Esta iniciativa, que cuenta con el apoyo de las bibliotecas públicas provinciales andaluzas y las bibliotecas municipales, tiene por objetivo acercar la lectura a las niñas, niños y mujeres de Adoni y fomentar la educación para el desarrollo.
En el área de Adoni, más del 40% de la población no sabe leer ni escribir. “En esta zona, hay un enorme problema de alfabetización y el proyecto se ha convertido en un motor educativo-cultural. Hay un plan paralelo de alfabetización que lo hemos iniciado en este viaje para que se puedan usar todos los recursos del bibliobús”, comenta Pilar Martínez, una de las impulsoras y coordinadoras del proyecto, junto con Silvia Puertas y Catherine Molino.
El bibliobús fue construido por las alumnas y alumnos con diversidad funcional de la escuela de Bathalapalli y no solo dispone de libros, sino también de 20 tablets, una televisión con un sistema e-learning de sonido, revistas actualizadas, periódicos y juegos de mesa, a los que pueden acceder las 16 aldeas y escuelas secundarias del gobierno. De esta forma, se consigue llegar a cientos de personas de Adoni que no tienen acceso a estas herramientas educativas.
Un total de 17 personas han recibido formación para convertirse en bibliotecarios y garantizar que el bibliobús pueda funcionar adecuadamente. Sowjanya, la persona encargada de la furgoneta en Kosigui, se unió al proyecto hace un año.
 “Antes de que el proyecto empezase, estuve visitando diferentes pueblos y analizando el nivel lectura para valorar y expandir el conocimiento sobre el proyecto. Hay jóvenes que han dejado la escuela y, cuando los libros llegan a su pueblo, preguntan por temáticas de agricultura u otro tema de interés”, apunta Sowjanya. Los bibliotecarios conducen varios talleres de lectura fácil y escritura para aquellos que nunca han tenido la oportunidad de acceder a la educación, especialmente para las mujeres. En Adoni, la alfabetización de las mujeres es de 43.5% y los talleres están basados en el método Montessori de aprendizaje, que requiere un rol participativo de las personas interesadas en los cursos.
 
Historias de generaciones
Los niños y niñas de octavo y décimo curso, quienes ya tienen consciencia de la importancia de la educación, forman un papel fundamental dentro de este proceso. Ellos mismos se ofrecen como voluntarios para enseñar al resto de la comunidad a leer o a interactuar con los dispositivos digitales, lo cual favorece el intercambio generacional entre los más adultos y jóvenes.
 “A nosotras se nos ha contagiado esa visión que tenía Vicente Ferrer de pensar a lo grande”, comenta Silvia Puertas. 'Historias de nuestro pueblo' es otra de las actividades que forman parte de este proyecto. La iniciativa consiste en documentar historias populares de esta área que han sido trasmitidas a lo largo de los años oralmente. Los niños y niñas que saben escribir, redactan las historias que van recolectando de sus abuelos y vecinos y posteriormente las ilustran.
Mariona Espargaró, llegó a Anantapur hace seis meses para involucrarse en la maquetación y corrección de estilo de los libros. “Los textos escritos en telugu se transcriben al ordenador. Las traductoras lo transcriben al castellano y otra persona se encarga de la traducción al inglés. Los libros en inglés y telugu se quedarán en las bibliotecas de los pueblos y la edición en castellano irá a España. Pero la principal idea es la circulación e intercambio cultural, no un producto comercial”, comenta. Estas historias serán publicadas en telugu, inglés y castellano, y los libros, formarán parte de esa red de bibliotecas que funcionarán como nexo y unión de todas las historias de los pueblos de Adoni. Crónicas narradas por el mismo pueblo.
Aurora Díaz Obregón | Fundación Vicente Ferrer



 
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