Por qué todos los mosquitos me pican a mí

Jueves, 31 de julio de 2014 | e6d.es
• La explicación definitiva de la atracción a estos insectos y el 'ranking' de los mejores métodos para prevenir sus picaduras

Es julio, de noche, el calor le asfixia y abre la ventana buscando algo de brisa. Es entonces, en el momento de duermevela, cuando un desagradable zumbido acecha su oído alterando la paz. Este David puede a Goliat, pues los mosquitos necesitan alimentarse de sangre para subsistir. Y, aunque la picadura no comporta nada más allá de una molestia localizada, no resulta muy atractivo sucumbir al destino. "Aunque los mosquitos pueden transmitir enfermedades, no es algo común en España", tranquiliza Sergio Vañó, dermatólogo del hospital Ramón y Cajal y profesor de Dermatología en la Universidad de Alcalá de Henares, en Madrid. "Este verano hemos oído hablar de la fiebre de chikungunya, importada del caribe [fiebre alta, fuertes dolores en las articulaciones, malestar general y erupciones cutáneas], que inoculan los mosquitos tigre y que se ha importado a nuestro países con varios casos en Cataluña". Excepto casos como este de extrema rareza, la reacción a una picadura de mosquito es una inflamación en la piel, "más acentuada en aquellas personas que tienen hiperestimulado el sistema de mastocitos y eosinófilos –células encargadas de las reacciones alérgicas–", explica Vañó; "y aquellos pacientes atópicos –con tendencia a tener reacciones alérgicas– y con mastocitosis". Pero, ¿por qué gustan más de picar a unas personas que a otras? Existen diferentes factores.
El grupo sanguíneo. "El 0 es su preferido", explica Diego Hoyos, farmacéutico y director de formación de Laboratorios Phergal.
El embarazo, el sobrepeso... "Los mosquitos se ven atraídos por el dióxido de carbono", añade Hoyos, que producimos al respirar. "Los niveles de CO2 aumentan en adultos, embarazadas y personas con sobrepeso".
El sudor. Los mosquitos tienen 27 receptores del olor y "el ácido láctico que contiene el sudor activa sus radares", afirma Arantza Vega, doctora miembro del comité de Alergia a Himenópteros de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC). "Esta sustancia, junto con el dióxido de carbono, es un indicador de que somos mamíferos y, por tanto, podemos proporcionar sangre". Producen más ácido láctico: las embarazadas, las personas altas o quienes acaban de hacer ejercicio.
¿Cómo podemos reducir nuestro atractactivo natural a los mosquitos? Teniendo en cuenta los tres factores anteriores, conviene ducharse antes de acostarse y no hacer ejercicio en las horas cercanas al sueño. Pero, sobre todo, con un buen repelente. "En las zonas tropicales", cuanta como anécdota Sergio Vañó, "dicen que el mejor es la comida picante. Por supuesto no tiene ninguna base científica". Leer noticia completa en el pais.com