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‘Mágico' González... Arte en la Tacita de Plata

Uno de los mejores a pesar de que su pasión principal eran las mujeres, irse de fiesta y dormir

En 1984, le preguntaron en conferencia de prensa a Diego Maradona si había alguien que jugara igual o mejor que él. Maradona respondió que había uno mejor; Jorge “Mágico” González, un jugador salvadoreño cuya pasión principal eran las mujeres, irse de fiesta y dormir. En sus tiempos libres jugaba al fútbol en el Cádiz de España.
Dirigentes de clubes de fútbol, jugadores, la prensa, todo el mundo se tiraba de los cabellos ante tal desperdicio de talento.
Jorge Alberto González Barillas nació en San Salvador en 1958. Hijo de un técnico de fútbol, comenzó jugando en su país natal y su apodo quedó inmortalizado en un partido entre el Club Águila y el Antel, donde González había iniciado su carrera. La competencia finalizó con una victoria de 3-1 gracias a la brillante actuación del futbolista, tras la cual el comentarista Rosalío Hernández Colorado dijo que era “un mago”.
La selección de El Salvador clasificó para el Mundial de 1982 luego de un partido frente a México donde El Mágico regateó a cinco jugadores y convirtió el gol que le permitió clasificar.
A pesar de que la selección salvadoreña quedó afuera en primera ronda, la actuación de El Mágico fue estelar; tanto que lo incluyeron entre los once ideales de España 82‘. Fue entonces que varios clubes europeos comenzaron a fijarse en él.
El club Paris Saint Germain estuvo a punto de ficharlo. Tenían todo acordado y los dirigentes del Saint Germain lo esperaban en el hotel para la firma del contrato y los fotógrafos para presentarlo en plantilla. El Mágico Gonzalez no se presentó; se quedó dormido en la casa.
Terminó fichando por el Cádiz de España, club donde jugaría varios años y sería su máxima estrella.

Magia en Cádiz
A pesar de su sorprendente habilidad con la pelota, a González le faltaba la disciplina que debía comprometer tras un contrato de mucho dinero. Salía de fiesta todas las noches, por lo cual a la mañana se quedaba dormido, no asistiendo a los entrenamientos. El club le asignó un empleado especial cuya misión era despertarlo por las mañanas a tiempo para que fuera a entrenar.
Como eso no funcionó, se le empezó a pagar por partido jugado y a aplicarle fuertes multas económicas si no se presentaba en los entrenamientos o si llegaba tarde a los partidos. Como el dinero no le importaba y no pensaba dejar de salir, a fin de mes el Mágico siempre cobraba menos que sus compañeros.
La historia del paso de González por la cancha está plagada de innumerables anécdotas relatadas por compañeros, técnicos y periodistas.
En un partido frente al Atlético de Madrid, se quedó dormido en un córner en el hombro de un defensa contrario.
En un descanso de un partido entre Madrid y Cádiz el entrenador notó que le faltaban jugadores: González se había quedado dormido en una camilla de los vestuarios.
Durante la semifinal del Trofeo Ramón de Carranza, que enfrentaba a Cádiz con Barcelona, González llegó tarde al encuentro, por lo que fue incorporado recién en el medio tiempo. El Barcelona iba ganando 3 a 0. Ingresó el Mágico a la cancha, hizo dos goles y dio dos asistencias, con lo que su equipo terminó obteniendo la victoria en 4-3. Lo increíble del caso, más allá de que logró salvar el partido, es que estaba borracho cuando entró a jugar.
David Vidal, el técnico del cádiz que más tiempo lo tuvo a su cargo, sostenía que técnicamente era mejor que Maradona. Cuenta que una vez, cansados de ver que hacía “jueguito” con una naranja, le dieron un paquete de tabaco. El jugador hizo más de 30 toques.
En otra oportunidad, en un entrenamiento le hizo un gol a “Superpaco”, el portero del Cadiz a pesar de haber puesto siete jugadores en la barrera. El portero le apostó su yate a que no lo repetía, pero Gonzalez lo repitió y ganó la apuesta.
El entrenador argentino Héctor “Bambino” Veira que durante un tiempo lo dirigió en Cádiz, cuenta que ante la imposibilidad de despertarlo, una vez le llevó un grupo de flamenco a la habitación. Al despertar Gonzalez dijo: “¡Me levanto sólo porque me gusta la música!”.
La dificultad del “Mágico” radicaba en lo táctico; no sabía donde ubicarse en la cancha. Tanto es así, que cierta vez se acercó al banco para preguntar dónde colocarse en un saque de lateral. El técnico lo mandó arriba para no complicarlo.
En 1984 hizo una gira con el Barcelona por Estados Unidos junto a Diego Armando Maradona, quien en dicha oportunidad lo señaló como “el mejor jugador de fútbol de la historia”. Nada menos que una leyenda viviente del deporte había reconocido a tal punto sus méritos. Sin embargo, “Mágico” volvió a hacer gala de su comportamiento relajado durante la gira. En el hotel de California donde se hospedaba el equipo, sonó la alarma de incendio y todo el mundo evacuó el edificio. Llegaron los bomberos y el único que permanecía en su habitación era González que estaba con una señorita.
En la temporada ’84-’85, su entrenador lo traspasó al Real Valladolid, club que impuso severas restricciones al comportamiento del jugador. González sintió que perdía libertad y por ello prefirió volver a Cádiz para jugar en la temporada ’87-’88.
Permaneció en este club hasta mediados de 1991, cuando decidió retirarse, en parte por el escándalo que suscitó una denuncia en su contra por intento de violación. De todas maneras, González pudo salir de los cargos tras pagar una indemnización. A continuación jugaría hasta el año 2000 en el Club Deportivo FAS y en la selección de El Salvador donde se retiraría con 42 años.
Tras su retiro como jugador permanente, siguió relacionado al mundo del deporte como entrenador del Houston Dynamo, un importante equipo de Estados Unidos. En sus ratos libres trabajó de taxista en la misma ciudad de Texas. En 2011, fue incorporado como asistente técnico de la Selección de San Salvador.
La Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol lo nombró como el mejor futbolista salvadoreño de la historia. Desde el 2006, el Estadio Nacional de El Salvador, lleva de nombre oficial Jorge “El Mágico” Gonzalez.

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