¿Lo políticamente correcto es lo correcto?

No tiro la culpa de la crisis económica a los millones de españoles que viven impasibles a las decisiones políticas, sino a la falta de conciencia colectiva

Muchas veces los políticos dilapidan la libertad de expresión con la práctica de lo correcto. A esta práctica yo le digo basta. Estoy harto de obras de teatro que presentan los políticos. ¿Algunos en concreto? No. Todos. Ellos mismos lo hacen muchas veces y, también, me incluyo como actor político. Desde el inicio de la crisis siempre se habla de las responsabilidades y las decisiones políticas y  de la corrupción en sus partidos. En cambio, me pregunto. ¿Cuántas veces se ha hablado de la responsabilidad de la sociedad civil? ¿Qué hay de asumirla como tal?
No tiro la culpa de la crisis económica a los millones de españoles que viven impasibles a las decisiones políticas, sino a la falta de conciencia colectiva. Desde que nos metieron en nuestro CD-Rom que  cada uno busque su propio beneficio, como dictan las teorías liberales desde los Friedman, los Reagan y las Tchatcher de turno, estamos hipócritamente viendo cómo la gente muere de hambre o se quedan sin casa. Es que ŀa gente lo ve como algo normal, porque lo vemos desde los mismos medios de comunicación tantas veces al día. Lo preocupante es que nos quedemos en nuestras casas viendo “a unos su barba cortar” y no somos conscientes que somos “los próximos a remojar.” Somos responsables directos de lo público, de nuestros derechos conseguidos y hemos permitido que las luchas de hace cien años que hicieron posible sus frutos, se hayan esfumado tal cual con un decreto-ley. Recuerdo que lo público es de todos.
Pablo Iglesias, dirigente de Podemos - para mí, es el ganador del mejor Premio que pueda existir de actor de teatro -, en sus discursos, indirectamente echa la culpa a la ciudadanía, la cual desde ese 15 de Mayo de 2011 parece haber despertado un poquito. Cuando el europarlamentario dijo aquello de “cuando los de abajo se mueven los de arriba se asustan”, ¿se estará refiriéndose a la sociedad civil - los de abajo - nunca se ha movido, ni tan siquiera se ha preocupado por la política durante los casi 40 años de recorrido? Digo yo. ¿Si los de abajo estuvieran en constante movimiento ejerciendo su poder de control, los de arriba - los muy bien llamados, la casta - no habrían cometido tantas faltas y tantos robos a las arcas públicas?
 
¿Qué está pasando con la política?
Esa respuesta la encuentro desgraciadamente entre mi familia, mis amigos, compañeros de clase, y en general en la sociedad civil, en general. Por culpa de ese comportamiento y por la estafa acometida de esa parte de políticos sinvergüenzas que hay en este país por sus acciones nada éticas aunque las leyes les amparen, la política tiene una desafección tremenda.
 
¿Es justo que esto sea así?
En parte, me indigno porque la sociedad civil no ha despertado con la valentía necesaria ante la situación de emergencia nacional que nos machaca día a día. Somos humanos, erramos y erramos, pero las cosas se pueden arreglar, podemos volver a involucrarnos en política, debemos plantearnos las propuestas de los partidos políticos incluyendo las aportaciones directas de la ciudadanía con los caminos que se le sean de su gusto. Es tan simple de ir a los plenos de tu ayuntamiento, escuchar las declaraciones de los representantes electos, leer la prensa y muchas cosas más.
“¡Todos los políticos son iguales!” ¡Que rabia me da al escuchar semejante barbarie! Más rabia me da cuando lo dice una persona a la que ni siquiera se manifiesta cuando le quitan sus derechos. ¿Y dónde está su responsabilidad?
Seamos honestos. ¿Nos gustan las mentiras y nadie aguanta la verdad? ¿Nadie aguanta que le digan que la culpa es suya, aunque haya trabajo, si no le importa la política es como si no hiciera nada por la sociedad, ni siquiera por el mismo? Para eso, sirve lo políticamente correcto. Así esa mayoría silenciosa no se sienta culpable y se apoltrona en el sillón de sus casas. Mientras los corruptos, la casta, los incompetentes, los ladrones - los culpables del estado de este país - van a seguir actuando sin ninguna presión ni ningún tipo de medidas que les impida continuar con los que han estado haciendo durante tanto tiempo.
Espero que el despertar que está sufriendo la sociedad española nunca termine y que el dicho que dice "el hombre es el único que tropieza dos veces con la misma piedra" no se cumpla. Ya tienen los deberes en la mesa: conciencia colectiva.