Ganan los terroristas

Miércoles, 14 de junio de 2017 | e6d.es
• ¿Queremos seguir viviendo en libertad, con la amenaza del terrorismo, o en una sociedad en la que el Estado tenga el monopolio de nuestras existencias?

Supongo que estaremos todos de acuerdo si digo que el objetivo del terrorismo es justamente eso, crear terror, inseguridad e inestabilidad entre los que se supone que son sus víctimas. ¿Verdad que esto es una perogrullada del tamaño de un piano? Pues es algo que debemos tener claro, no vaya a ser que algún gobierno, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid intente sacar algo de provecho convirtiéndose en subarrendatarios del terrorismo o algo parecido. Pero no seamos malpensados, puede que no hayan caído en que están dando la victoria al terrorismo cuando reaccionan amenazando los derechos humanos, lo que creo que le ha valido a Theresa May un gran bacatazo en las elecciones estas que había convocado para mayor gloria personal y que le ha salido rana. Igual lo del valor del pueblo británico ha resultado ser más que un tópico fraguado a bombazos en la II G.M. Parece que no queramos admitir la cara que tiene el enemigo a batir, si no conseguimos ponerle rostro. Si no conocemos bien a lo que nos enfrentamos jamás vamos a conseguir vencer. Quizá sea el momento de ponernos serios porque la tormenta que nos viene encima ya arrecia. Me viene a la cabeza aquello de Sun Tzu en el “Arte de la Guerra” que decía “Por tanto, os digo: conócete a ti mismo y conoce a tu enemigo y en cien batallas nunca serás derrotado”, empecemos por ahí. Si la segunda parte de la frase es complicada, imagínate la primera, “conócete a ti mismo”… ¡casi nada!. En la vieja Europa ya nos queda lejos el infierno en vida, la anulación del ser humano y la barbarie (aunque de la económica padecemos un rato largo), la hemos exportado lejos de nuestras fronteras y ya no comprendemos como los terroristas de Londres matarían a su madre por Alá, ¡y lo hacen en esos atentados que parece que no nos afecten, los que se producen lejos, ya han enviado a matar a sus hijos. ¿Seremos capaces de asumir ese horror cuando explote un niño bomba en nuestra casa?¿Podremos entender entonces la dimensión del infierno?. Entonces entenderemos que es imposible derrotar a quien parte de la derrota, que sabe que su victoria es imposible y está ya dispuesto a matar a su madre, a su hijo o a él mismo, simplemente porque todo le da igual. A esta gente no se la puede vencer entrando en su juego porque no hay jugador más osado que el que ya no tiene nada que ganar ni nada que perder, el que sólo espera a que acabe la partida.
Deberíamos tener claro que el terrorismo si no consigue crear miedo no es nada. Lo que consigan matando no vale para nada si nosotros reaccionamos sin miedo. Si nos mantenemos firmes en nuestras libertades y los derechos que nos posibilitan nuestro modo de vida el terrorismo no podrá vencer. Pero deberíamos hacérselo ver a nuestros gobiernos porque nos alejan de la victoria cada vez que reaccionan de la forma que ha reaccionado Theresa May: amenazando los derechos humanos, amenazando nuestra esencia. No podemos consentir que nos diga que la protección de la libertad es un obstáculo para la seguridad y encima le aplaudamos. No podemos aceptar que se nos restrinjan nuestras libertades. Ahí está la victoria del terrorismo en que nuestros gobiernos nos acaben convirtiendo en la sociedad en la que nos quieren convertir, algo que no pueden hacer los terroristas por sí mismos por muchos atentados que nos hagan sufrir.
Los Gobiernos que recurren a la poda de Derechos puede que estén, involuntariamente (o no) enviando un mensaje que alienta al terrorismo. Les están diciendo que cada vez que nos matan nos volvemos un poco más paranoicos, hasta que acabemos siendo una sociedad que ha entregado sus derechos, su democracia y está lista para transformarse en el infierno que ellos nos pretenden. Según algunos de nuestros gobiernos la renuncia a la libertad y a los derechos es la única forma de garantizar la seguridad. Mienten, la renuncia a nuestros derechos nos acerca un poco más al abismo y nos vuelve maleables para los gobiernos abusones. ¿No será que en realidad estamos luchando contra dos tipos de terrorismo?
Al final todo se puede reducir a una pregunta, ¿Queremos seguir viviendo en libertad, con la amenaza del terrorismo, o en una sociedad monstruosa en la que el Estado tenga el monopolio de nuestras existencias porque es dueño del terror, del miedo y de la violencia?. Nos toca decidir.

Salva Colecha
 
* Salva Colecha es colaborador de El Seis Doble. Su espacio, aquí.
* Salva Colecha es autor del blog "En zapatillas de andar por casa".