Europa fracasa con los menores migrantes y refugiados

Jueves, 8 de septiembre de 2016 | e6d.es
• Durante los primeros seis meses de 2016 desaparicieron 5.222 menores no acompañados

El número de menores refugiados y migrantes no acompañados que han llegado este año a Europa través de Italia se ha duplicado. A los últimos datos de UNICEF sobre el incremento de niños y niñas desplazados en todo el mundo, Oxfam añade un informe que denuncia la incapacidad de Europa para proporcionar un apoyo adecuado a los menores no acompañados.
Cada día una media de 28 menores no acompañados quedan excluidos del precario sistema de acogida italiano. Los menores que permanecen en él viven durante prolongados períodos en centros de detención de facto, en condiciones inadecuadas e inseguras y recibiendo poca o ninguna información sobre sus derechos. Muchos de los menores se escapan de estos centros, optando por vivir en la calle, expuestos por tanto a mayores peligros. Oxfam advierte que esta situación es un ejemplo más de que el actual enfoque migratorio de la Unión Europea es totalmente inadecuado.
Desde que los gobiernos decidieron cerrar la ruta a través de los Balcanes occidentales y la Unión Europea llegó a un acuerdo con Turquía, Italia se ha convertido de nuevo en el principal punto de llegada de refugiados y migrantes a Europa. De acuerdo con las últimas cifras de ACNUR el número de menores no acompañados que ha llegado a Italia en 2016 se ha incrementado de forma significativa y representa ahora el 15% del total de llegadas. Hasta finales del mes de julio, 13.705 menores no acompañados habían llegado a Italia, una cifra que supera el total de 2015 (12.360 niños y niñas).
Italia se muestra incapaz de hacer frente a este incremento. A pesar de los esfuerzos de muchas ciudades, regiones y organizaciones de la sociedad civil, el sistema de acogida del país está lejos de ser el apropiado para proteger a los niños y niñas migrantes no acompañados y sus derechos. Por ejemplo, los centros de registro, creados por las autoridades europeas e italianas para registrar las llegadas y acelerar el retorno de los solicitantes rechazados, están saturados y ni siquiera cuentan con infraestructuras de saneamiento adecuadas. Aunque se supone que la estancia máxima en estos centros es de 48-72 horas, muchos niños y niñas permanecen en ellos incluso hasta cinco semanas sin apenas recursos, sin ni siquiera poder cambiarse de ropa ni de muda, ni llamar a sus familias en sus países de origen o a familiares que residen en Europa.
Oxfam hace un llamamiento al Gobierno italiano y a sus homólogos europeos para que adopten medidas urgentes que proporcionen de forma sistemática alojamiento y apoyo adecuados a los menores no acompañados, con el fin de que puedan vivir en condiciones de seguridad y dignidad.
Paula San Pedro, responsable de incidencia humanitaria de Oxfam Intermón, señala: "La pésima situación en que se encuentran estos niños y niñas en Italia es un triste reflejo del fracaso de los gobiernos europeos y de las autoridades italianas a la hora de proteger a los menores que llegan a Europa en busca de seguridad y protección. También evidencia, una vez más, el fracaso de la política migratoria europea, que deja en manos de unos pocos estados miembros la responsabilidad de gestionar una frontera común. Europa debe aunar sus fuerzas y acoger a las personas que llegan huyendo de situaciones desesperadas, los conflictos y la persecución”.
La mayoría de los menores que llegan en barcos proceden de Egipto, Gambia, Eritrea, Nigeria y Somalia y viajan solos por Europa.
"Me marché de Gambia con mi hermano hace año y medio”, cuenta O., de 16 años, procedente de Gambia. “Allí ya no estábamos seguros. La policía nos había amenazado. Algunos de nuestros vecinos habían muerto en tiroteos. (…) Nos subimos a una barca hinchable junto a otras 118 personas. Tras apenas unas horas en el mar se oyó una especie de explosión o disparo y, con la confusión, mi hermano se cayó al agua. No lo volví a ver más. Me había dado su chaleco salvavidas".
La situación en los centros de primera y segunda acogida, a donde se traslada a los menores tras su registro, no es mucho mejor que en los centros de registro. Algunos se han convertido en centros de detención de facto que los niños y niñas no pueden abandonar. Oxfam ha recopilado testimonios de casos en los que se denuncian abusos y violencia sin que las autoridades hayan tomado medidas.
"En el centro de Pozzallo (Sicilia) hay un grupo de adultos de Somalia que nos trata mal a los eritreos, relata D. (17 años). “Nos pegan y nos insultan. Aunque lo hemos denunciado una y otra vez a la policía y el personal del centro, (…) nadie hace nada".
"Los gobiernos de la Unión Europea”, explica San Pedro, “deben dar apoyo a Italia para que mejore su sistema nacional de acogida de menores no acompañados de acuerdo con estándares de calidad elevados y con personal capacitado adecuadamente. Asimismo, todos los Estados miembros de la Unión Europea deben eliminar y evitar cualquier forma de detención de menores. No hay circunstancia alguna que justifique la detención de menores. Esta constituye siempre una violación de los derechos del menor”.
Oxfam y sus organizaciones socias locales han mantenido encuentros regulares con niños y niñas que dicen no haber sido informados de la posibilidad de solicitar protección internacional o de su derecho a tener un tutor legal (una persona que actúe en su mejor interés y proteja sus derechos). El nombramiento de un tutor legal puede llevar hasta ocho meses, lo que priva a los menores de asesoramiento sobre sus derechos y sobre cómo protegerlos según la legislación italiana y, por tanto, poniendo en peligro cualquier oportunidad de tener un futuro próspero.
Durante los primeros seis meses de 2016 se denunció la desaparición de 5.222 menores no acompañados que se escaparon de centros de acogida para continuar su viaje por Italia y Europa. Estos se vuelven invisibles y desaparecen de los radares legales, lo que los hace aún más vulnerables a la violencia y la explotación.
Si la situación de estos menores es extremadamente grave, la de aquellos que cumplen 18 años no lo es menos. Muchos son expulsados de los centros el día de su cumpleaños y acaban, también, en la calle.
El Seis Doble | Oxfam Intermón


 
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