El deporte suma su voz en favor de los refugiados en el Sahara

Viernes, 19 de febrero de 2016 | e6d.es
• Parte de Madrid hacia Tindouf (Argelia) un charter con corredores solidarios para participar en el 'Sahara Marathon'

Cuando un grupo de voluntarios de distintas partes del mundo puso en marcha el proyecto solidario del Sahara Marathon en el año 2.000, su intención a largo plazo era poder realizar algún día esta carrera situando la meta en las playas del Océano Atlántico en el Sahara Occidental. Ese simbólico objetivo significaría el regreso del pueblo saharaui a su tierra libre y el fin de ese exilio del que se han cumplido ya 40 años. La semana próxima, a la vez que cientos de corredores de todo el mundo se darán cita en los campamentos de Tindouf para participar en el maratón, la sociedad saharaui saldrá a la calle para "festejar" un aniversario que constata la incapacidad internacional para resolver un conflicto tan injusto. Por eso los corredores que acuden al Sahara Marathon no lo hacen con la intención de batir ninguna marca ni de conseguir ningún resultado, lo hacen con el objetivo de dejar la huella de su apoyo en el desierto, de correr con rabia, gritando por la libertad y la justicia y de arropar a las familias saharauis en una de las semanas más esperadas del año. La carrera llega a su 16ª Edición y lo hace cargada de contenido emocional por tratarse de ese 40 aniversario del exilio, pero también cargada de solidaridad que aportan los participantes. Algunos simplemente corren y difunden sus vivencias por todo el mundo, otros andan y se emocionan ante los cánticos de ánimo de las mujeres y los niños saharauis, pero todos se integran durante su estancia en la vida de los campamentos, compartiendo jaima con familias locales, conversando con un te en la mano y emprendiendo infinidad de proyectos que hagan más llevadera la vida de este pueblo que vive en la intemperie de la hamada argelina.
Mayte lleva nuevo equipamiento para la escuela de ciegos que ayudó a fundar; Yael viene desde California para montar una escuela de fotografía para jóvenes; Guillem y Martin van a instalar un taller de bicicletas y a formar mecánicos; Goyo lleva cajas y cajas de medicinas; Vicente ha vaciado todas las papelerías de su pueblo para llevar material escolar; Víctor lleva las cartas de cientos de niños de colegios españoles que se han hermanado con escuelas saharauis... Todos ellos y otras decenas más que no citamos, sí que son emprendedores, pero de los realmente necesarios, los altruistas. El maratón es solo una excusa, una maravillosa excusa para encontrar la vía, a través del deporte, para ayudar a quien lo necesita.
La carrera en sí se celebra el próximo martes 23 y tendrá participantes de más de 20 países, con una clara mayoría española, y con presencia de algunos asiduos como el vasco Jon Salvador o el cántabro Ramón Álvarez, que ya saben lo que es ganar en la prestigiosa prueba del desierto. El recorrido une los distintos campamentos tras adentrarse en ese inmenso desierto que castiga a los participantes con rampas de arena, senderos pedregosos y sol abrasador, con la misma dureza que lleva 40 años castigando a todo un pueblo.
Además, la organización pone en marcha cada año diversos proyectos humanitarios desde el lado del deporte y la educación y en esta ocasión, también colaborará en la reconstrucción de algunas de las viviendas e instalaciones dañadas por la inundaciones que ahondaron más aún en la herida del pueblo saharaui.
Sahara Marathon


 
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