Deconstrucción y esferificación de la política andaluza

Martes, 24 de marzo de 2015 | e6d.es
• El resultado es un placer para la vista, ya que ahora el parlamento de aquellas tierras se pinta de cinco colores

Ferran Adrià, allá por los 90 empezó a utilizar determinadas técnicas culinarias que lo llevaron a ser nombrado mejor cocinero del mundo.
Términos como deconstrucción o esferificación, son parte de su patrimonio personal y de su legado, donde en una cocina más parecida a un laboratorio que a unos fogones tradicionales, Adrià aplica estas técnicas consiguiendo efectos y texturas extrañas que al introducirse en la boca traen el recuerdo, cuando no la certeza, de estar degustando el plato primigenio.
Sus técnicas culinarias y novedosas, y porque no decirlo, de autentico éxito viendo como han proliferado después cocineros de esa maravillosa escuela, se basan más en la física y la química aplicada a la cocina que al propio arte de cocinar
En su restaurante El Bulli (ya cerrado) no todo el mundo ha tenido la suerte de probar algunos de sus manjares, unos por lejanía, otros por no haber conseguido plaza, y otros muchos por lo prohibitivo de sus precios. En mi caso concreto, era más barato volar ida y vuelta hasta allí que el precio del menú degustación.
No por ello, dejo de admirar su… “Arte”. Dice Adrià en su libro Los Secretos de El Bulli: "La deconstrucción en cocina consiste en utilizar (y respetar) armonías ya conocidas, transformando las texturas de los ingredientes, así como su forma y temperatura (….) manteniendo cada ingrediente o incluso incrementando la intensidad de su sabor"
Uno de sus primeros experimentos fue deconstruir una clásica tortilla de patatas con cebolla de las que en muchos bares tenemos muestras de distintos diámetros y alturas.
Una Tortilla es básicamente huevo, cebolla, patatas y un poco de aceite. El tiempo en el fuego y el arte de darle la vuelta (a la tortilla) le dará un mejor o peor aspecto, pero básicamente todas se parecen
Adrià, en su deconstrucción, puso en una copa de cóctel bien lustrada confitura de cebolla dorada al fuego, sobre ella colocó un sabañón (crema) de huevo y finalmente, una espuma de patatas (la clara del huevo mezclada con puré de patatas llevada a punto de nieve, o bien sifonada).
El aspecto terminó siendo una exquisitez para la vista con una presentación del clásico radicalmente diferente, pero al probarlo el sabor era exactamente igual al de una tortilla de patatas convencional, porque, aun deconstruída, era una tortilla de patatas, con distinta presentación y texturas, pero con los mismos ingredientes. Se convirtió después de la deconstrucción en una tortilla de patatas reconstruida.
La esferificación es otra de las técnicas muy usadas en restaurantes con estrellas, y parte de principios similares a la deconstrucción.
Se trata en definitiva de coger algo licuado (deconstruido), mezclarlo con algún gelificante de tipo natural, como el alignato sódico, extraído de las algas pardas y sumergir pequeñas gotas de esta mezcla en una disolución de cloruro cálcico y agua, y a veces, para conseguir el PH adecuado (lo más cercano a PH 6), se le añade a esta mezcla citrato de sodio.
Al entrar en contacto con la disolución, las gotas gelifican su cara más externa consiguiendo el buscado “efecto caviar” de cualquiera de los sabores imaginables.
En Andalucía, Susana Díaz deconstruyó el parlamento con una visión claramente ganadora. Sabía que el candidato del partido popular no tenía posibilidades, y al adelantar las elecciones restaba oportunidades a formaciones como Podemos o Ciudadanos de difundir más la campaña anti-bipartidismo que desde ambos lados del espectro político defienden.
El resultado es un placer para la vista, ya que ahora el parlamento se pinta de cinco colores, y que aun con una gran predominancia del rojo del PSOE y del azul del PP, aparecen tímidamente representados los colores de IU, hay algo del naranja de Ciudadanos, y menos de lo esperado del morado de Podemos.
Pero detrás de toda deconstrucción hay una reconstrucción, una forma de montar el plato para que al final, aquello que rompimos tome distinta forma aunque en el fondo sean los mismos sabores.

"El PSOE dejó la verdadera izquierda hace tiempo
y Ciudadanos es una escisión del PP o marca blanca"

Cuando sumamos los cuarenta y siete escaños del PSOE a los treinta y tres del PP el resultado es de 80 escaños ocupados por los dos partidos que tradicionalmente se han repartido el parlamento, con lo que resulta que ocupan el 79,4% del mismo, por tanto, el bipartidismo sigue siendo dominante.
Si además tenemos en cuenta que los dos partidos que se mueven en la transversalidad del arriba y el abajo en vez de la derecha o la izquierda, sabiendo todos que es mentira, y que Podemos es claramente de izquierdas y Ciudadanos claramente de derechas, las cuentas salen mucho mas definidas
Como bien que entiendo que el PSOE dejo la verdadera izquierda hace tiempo y que Ciudadanos es una escisión del PP o marca blanca, como a algunos les gusta llamarlos, si sumamos a los 47 escaños del PSOE los 33 del PP y los 9 de Ciudadanos tenemos un resultado de 89 sobre 109 lo que supone el 81,6% de los escaños ocupados por las dos tendencias defendidas por los bipartidistas. Y si a los 15 de podemos les sumamos los 5 de IU, tenemos los 20 escaños que la izquierda de verdad alguna vez tuvo en el parlamento.
Montando el plato de esta forma, la reconstrucción del parlamento nos da lo mismo que siempre, una gran victoria del bipartidismo y una escasa representación de la izquierda. Mismos componentes, distintos coloridos, pero el mismo sabor añejo a partidos anclados en el pasado y podridos por la corrupción.
El efecto esferificación se ha conseguido también, y es que estos políticos nuestros son grandes cocineros. El encapsulamiento de parte de la derecha en Ciudadanos y de parte de la izquierda en Podemos, nos recuerda ese caviar (en este caso de zumo de derechas e izquierdas) encapsulados con la gelatina pegajosa de las distintas siglas.
El caviar, aunque sea de zumo de naranja, por poner algo económico, sigue siendo manjar para la casta.
Detrás de todo esto seguirá la defensa de los corruptos, los escándalos de los ERES, la financiación en “B” del PP, los sobresueldos, los sobres marrones, los fondos de los cursos de formación, las puertas giratorias, los pactos de pasillos, y seguirá la pobreza, los desahucios, los prohibitivos precios de los elementos de primera necesidad como la luz o el agua, los impuestos especiales sobre los derivados del petróleo, la vegación al sol de ser nuestra tabla de salvación energética, las tasas judiciales, las injusticias y las dobles varas de medir, y seguirán las Ong’s repartiendo comida, limosneando a los que el estado les ha retirado su apoyo, seguirán los sueldos de miseria y los despidos a capricho del empresario, seguirán moviendo artificialmente las cifras de paro creando un espejismo ante nuestros ojos de que todo va bien, seguiremos pagando 100.000.000 de euros en intereses todos los días, se seguirá vaciando el fondo de pensiones y la sanidad ira a peor por mucho que nos cuenten lo contrario, seguiremos teniendo el problema de la inmigración ilegal, que es la que entra por barajas con visado de turista, y haciendo devoluciones en caliente en Ceuta y Melilla, seguiremos mandando a nuestros jóvenes a otros países donde sepan sacarle provecho a los estudios que todos hemos pagado y seguiremos, sobre todo en Andalucía, siendo una fabrica de camareros para atender a nuestra principal y casi única industria que es el turismo, seguiremos bajo el yugo cada vez más pesado de una Europa que lo único que ha conseguido unificar es la moneda y donde la integración fiscal, laboral y legislativa no existe. Seguirán funcionando las sicav tributando al 1% y seguiran fugandose capitales a paraísos fiscales, seguiremos sin facilidades para conseguir crédito, seguirán los emprendedores pagando impuestos aunque generen cero ingresos y seguiremos con viviendas vacías y gentes durmiendo en las calles…
Seguiremos viendo portadas de la “dictadura democrática venezolana” (ya se que suena raro pero…) y el gran Felipe González, el que fuera espejo donde nos mirábamos la gente de izquierdas se va a defender a los opositores de derecha de aquel país (cierto que fue muy buen “amigo” de Carlos Andrés Pérez, que no era precisamente de izquierdas cuando Chávez tuvo aquel amago de golpe de estado allá por el 92), seguirán hablando de la extraña financiación de Podemos y parece que ahora también de donde proceden los fondos de Ciudadanos mientras hace algún tiempo el “piloto suicida” del PP (Carromero) llevaba fondos en fajos de billetes a la oposición cubana no se sabe muy bien para qué ni de donde procedían. Seguramente de alguno de los agujeros negros que se escondían en Génova… Mismos ingredientes.
Lo montes como lo montes, una tortilla es una tortilla.
Sin nuevos ingredientes, quedan pocos platos por inventar…
José Ramiro
* José Ramiro es colaborador de El Seis Doble. Su espacio, aquí.
* José Ramiro es autor del blog "Esto no tiene arreglo".