• "Cuando me tira la sopa encima y me empuja contra el armario solo puedo pensar en lo idiota que soy"
La culpa es mía. Solo mía. Ya no me acuerdo de la última vez que hice las cosas bien. El café lo sirvo frío. La cena la quemo demasiado. Y la ropa siempre se queda mal planchada. Él se enfada. ¿Cómo no iba a enfadarse? Yo en su lugar también lo haría. Convivir con una inútil, cómo él dice, con una idiota que no hace nada a derechas abruma a cualquiera. Es normal que termine explotando. Cuando acaba el día y viene del trabajo intento estar preparada para él. Ponerme algo decente que disimule los kilos que estoy cogiendo y que tanto detesta. A veces me mira el abultado vientre con desprecio. Las piernas enclenques con asco. Los brazos cada vez más flácidos con repulsión. Por suerte un par de cervezas son suficientes para que se sienta de nuevo atraído hacia mí. Es cierto que ya no tiene detalles románticos conmigo. Que a veces se enfada y termina gritando y tirando las cosas por el suelo. Que en ocasiones se le escapa alguna bofetada. Pero no lo juzgo. Soy insoportable. Y un auténtico desastre. ¿Cómo puedo dejar que se enfríe la sopa cuando llega tarde de trabajar? Es cierto. Muchas veces no sé cuándo se va a retrasar. ¡Pero debería ser capaz de deducirlo! Cuando me tira la sopa encima y me empuja contra el armario solo puedo pensar en lo idiota que soy. En lo mucho que me he relajado en nuestra relación. Solo puedo pensar en que merezco todo eso y mucho más. Por las noches, en la habitación, con el sabor de cerveza en los labios me hace el amor. Yo trato de complacerle en todo lo que quiere. Me pongo ropa atrevida para excitarlo, un poco de rímel y, a veces, algo de carmín. Pero siempre pasa lo mismo. Él me dice entre voces que me quite la porquería de maquillaje, que no me lo sé poner bien, y me tira violentamente contra la cama. En muchas ocasiones el termina y yo no he sido capaz de tener un orgasmo. ¿Qué clase de mujer soy? Se enfada, me tira al suelo y no me deja dormir en la cama. Es normal. Yo lo entiendo. ¿Cómo no iba a enfadarse?
Recuerda: si algún día te has sentido así, aunque haya sido por un solo segundo, aúna fuerzas y llama al 016. Nadie sabrá que has llamado tú. No tengas miedo. Te ayudarán.
Andrea L. Zanón
* Andrea L. Zanón es colaboradora de El Seis Doble. Su espacio, aquí.
* Andrea L. Zanón es autora del blog "El XXI Medieval".
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