Catalanofobia

Miércoles, 1 de abril de 2015 | e6d.es
• ¿Hasta dónde va a llegar la estupidez humana?

Allá por 2009 fui con mi mujer —a quien venero— a ver un concierto de mi grupo favorito, U2, a Barcelona. Recuerdo que le traje a mi hijo la típica camiseta de turista con un dibujo de la salamandra del Parque Güell. Cuando la vió me dijo que no le gustaba porque estaba escrita la palabraBarcelona. Aseguraba que él era del Real Madrid y que no podía llevar esa camiseta. Rápidamente le corregí su error, explicándole además que uno de sus mejores amigos del cole se llama Dídac y que junto a su padre, Joan, son de Barcelona y del Barça, y los consideramos grandísimos amigos. Bastante tienen con ser aficionados de ese equipo y no tener la suerte de disfrutar de los innumerables éxitos de mi querido Racing de Santander. Aún recuerdo cómo mi equipo no se cansó de horadar inmisericorde la portería del Barcelona en aquel famoso 5-0 que le endosamos al equipo culé el 11 de febrero de 1995.
Parece que para mi hijo fue sencilla la lección. No así para algunos descerebrados que, o no han tenido educación o son tontos de remate. Digo esto en relación con los comentarios aparecidos estos días tras el accidente del avión de Germanwings que nos ha conmocionado a todos. Aseguraban estos necios, a través de las redes sociales, que se alegraban de la muerte de los pasajeros porque eran catalanes. Mención aparte merecen otros, aún más idiotas, que protestaban airadamente porque Tele5 había sustituido de la parrilla el programa Mujeres y hombres y viceversapara dar información sobre el accidente. Deja muy claro qué tipo de público tiene ese programa... y por ende, ese canal de televisión. Aquí les dejo algunas lindezas...
¿Hasta dónde va a llegar la estupidez humana? No conoce límites. Es decir ¿se puede odiar a alguien por haber nacido en un determinado trozo de tierra? ¿O por tener unas ideas políticas diferentes a las nuestras? O incluso ¿por ser de un equipo de fútbol diferente al nuestro? Lo más significativo es que se los odia aún sin conocerlos. Es decir, se los juzga por ser una colectividad. Es evidente que hay tontos en todas partes. Y si el accidente hubiera ocurrido al otro lado de la linde los chistes habrían sido semejantes. Es demoledor que incluso se utilice el accidente para hacer política diciendo que en el avión había víctimas catalanas y españolas. Ya es hora de poner fin a este despropósito. Venimos de ninguna parte y vamos a ningún sitio. Ya decía Otto von Bismarck: España es el país más fuerte del mundo. Llevan siglos queriendo destruirse a sí mismo y todavía no lo han conseguido. Triste ¿verdad? 
Diego Gafo
* Diego Gafo es colaborador de El Seis Doble. Su espacio, aquí.
* Diego Gafo es autor del blog "Las cosas de DIEGVS".