Castigados, por tramposos

Jueves, 22 de septiembre de 2016 | e6d.es
• “Está visto que hasta que no se consiga desalojar a muchos (demasiados) no vamos a dejar de ver actos de clientelismo como el de Soria o de verdadera burla como el de Barberá”

Nepal ha prohibido a dos alpinistas indios escalar el Everest en los próximos diez años porque los ha pillado falsificando fotos con photoshop, como vulgares famosillos lucidores de palmito. Los buenos señores pretendían hacer creer con las fotos trucadas que habían llegado a la cima como el que sube a la planta de deportes, por las escaleras mecánicas y poder colgarse las medallas de ser los primeros escaladores indios que subían a la cima, así de tirón y sin anestesia, al más puro estilo Kilian Jornet. Los investigadores se dieron cuenta del gran tongo al sacar cuentas de las horas. Vieron que según la hora a la que aseguraban haber llegado a la cima y la que “ficharon” en el campamento base solo cabían dos posibilidades, o habían bajado en ascensor o lo habían hecho a lomos del Yeti. Vamos que la cosa no coló ni en broma. Igual que tampoco cuelan las barbaridades que se ven en el Strava o en las carreras populares que se viven en estos mundos de dios. Pero eso ya es otra historia de la que podíamos hablar otro día (nos daría para muuuchos cafés).
Algo parecido a los diez añitos de los indios merecerían algunos en el espectro (no se si por abanico o por fantasmal) político. Llevamos unos meses como para tirarse al monte y más después de esta semana. Si lo de Soria parecía un despropósito de esos de gritar ¡Señor, llévame pronto! todavía nos faltaba vivir el gran espectáculo Barberá. Ya no sé si es que los pobrecitos no se enteran de nada de lo que les decimos o simplemente que nos toman el pelo. Seguro que lo segundo.
No consigo entender como tienen la gran jeta e intentar colarnos al de “los papeles de Panamá” como el ganador de un concurso inexistente (concurso era el “1,2,3”. Esto tiene otro nombre) y ahora dicen sentirse satisfechos con que Barberá “se borre del PP” y aquí no ha pasado nada (en Génova ya están tomando algo para olvidar y decir “esa señora que usted menciona”). Pues no señores, Rita dice que renuncia al partido, se queda el escaño que le dieron para esconderse y así protege al PP.  Parece ser que no tiene categoría para representar al PP pero sí a todos nosotros. Yo pensaba que merecíamos más respeto.
Nuestros políticos no han aprendido nada. En el asunto de Rita había que elegir entre aforamiento o dignidad y nuestro arco parlamentario se siente satisfecho con que Rita se quede con la silla. No han comprendido que si estamos hasta las narices es precisamente por actos como este, el de Soria, los de Griñan y Chaves u otro cualquiera (hay millones) y porque los que decían que eran la solución se contentan con que Rita se marche del PP olvidando lo ocurrido, no vaya a ser que escarbemos demasiado. Parece ser que ya les da igual todo, y no les merecemos respeto. Van a seguir en su rumbo, como un buque en piloto automático hasta las enésimas elecciones.
Está visto que hasta que no se consiga desalojar a muchos (demasiados) no vamos a dejar de ver actos de clientelismo como el de Soria o de verdadera burla como el de Barberá mientras aquí nada se mueve y seguimos hundidos en la miseria. Por lo visto hay muchos favores que devolver y demasiada nostalgia a los tiempos de la F1, de la visita del Papa o los pelotazos varios. Podríamos llamar al Nepal y contárselo, por si los inhabilitan, los dejan diez años en el campo base y en las próximas elecciones por lo menos cambiamos de caras, por tramposos.

Salva Colecha
 
* Salva Colecha es colaborador de El Seis Doble. Su espacio, aquí.
* Salva Colecha es autor del blog "En zapatillas de andar por casa".