Argentina 1978, entre el Mundial y el espanto

Miércoles, 2 de enero de 2013 | e6d.es
• A pocas calles donde se jugaba la Final del Mundial miles de personas eran torturadas por el Gobierno de facto encabezado por Jorge Rafael Videla

El 2 junio de 1978, el equipo conducido por César Luis Menotti se presentaba en el Estadio de River ante Hungría, por la primera fecha del Grupo 1 de la Copa del Mundo que organizaba nuestro país. A pocas cuadras de ahí, en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) miles de personas eran torturadas y asesinadas por el Gobierno de facto encabezado, en ese momento, por Jorge Rafael Videla.
Cuentan sobrevivientes que desde allí escuchaban los festejos de los goles argentinos y, tras cada victoria, los sacaban a festejar a la calle. En el anonimato generado por las multitudes enceguecidas por el Mundial de Fútbol.
Varias federaciones amenazaron con no presentarse en protesta por los delitos de lesa humanidad que aquí ocurrían, de hecho, el astro holandés, Johan Cruyff, no viajó para disputar el torneo. Pero el 2 de junio en Núñez, la distracción estaba en el campo de juego con el debut argentino. Fue 2 a 1 con goles de Luque y Bertoni, luego de que Csapo abriera el marcador.
El siguiente compromiso, fue el 6 de ese mes en el mismo estadio y el resultado fue idéntico. Los tantos los marcaron Passarella de penal y Luque a poco más de quince minutos para que termine el partido. Platini, hoy presidente de la UEFA, había igualado las acciones diez minutos antes. Ese triunfo le daba la clasificación al equipo nacional, que debía enfrentarse con Italia para definir al ganador del grupo, ya que los “azzurros” también habían cosechado los cuatro puntos en juego.
El 10 de junio y a los 22 del segundo tiempo, Bettega decretó que los europeos se quedaban con el Grupo 1 y Argentina finalice segunda, lo que traía como consecuencia tener que mudarse a Rosario para disputar la etapa semifinal con Brasil, Polonia y Perú. Holanda, Italia, Alemania Federal y Austria iban por la otra zona. Los ganadores se medirían en la gran final.
Argentina se presentó el 14 de junio ante la temida Polonia, a la que venció 2 a 0 con los dos primeros tantos de Kempes en el torneo y el recordado penal atajado por Fillol a Deyna. Luego, vino un pobre 0 a 0 con Brasil el 18 de junio. Por el 3 a 0 de los brasileros a los peruanos en la primera fecha de la fase y el 3 a 1 sobre Polonia, Argentina estaba obligada a derrotar por cuatro tantos o más a Perú, para poder acceder a la final frente a los holandeses.
Y vino la gran polémica de aquella Copa del Mundo. Hoy, los integrantes de aquel plantel deben negar que jugaban para La Junta Militar cada vez que se los consulta al respecto y, además, deben desmentir que aquel encuentro fue arreglado, a pesar de que Quiroga, arquero peruano, haya contado que fueron amenazados en el vestuario.
Lo cierto es que Argentina ganó 6 a 0 con dos tantos de Kempes, dos de Luque, uno de Tarantini y otro de Houseman. Claro, cuando iban 0 a 0 los peruanos tuvieron un par de chances claras que se estrellaron en el palo del arco argentino.
Pero para los militares poco importaba, porque en el país se vivía una fiesta deportiva entre los argentinos “derechos y humanos”, como decía la propaganda oficial de aquel entonces para contrarrestar las denuncias en todo el mundo sobre lo que aquí ocurría.
“Fue cuando el fútbol se lo comió todo”, dice León Gieco en La Memoria y mucho más comió cuando Kempes (dos veces) y Bertoni sellaron el 3 a 1 definitivo en la final del 25 de junio frente a los naranjas, que se negaron a recibir las medallas de manos de Videla, Massera, Lacoste y compañía. Leer noticia y ver hilo de debate en su fuente original: myfutbol.com.