El interrogatorio a Rodrigo Rato sobre la utilización de las tarjetas opacas de Caja Madrid y Bankia abrió otra sospecha con respecto a su gestión al frente de la entidad nacionalizada. El fiscal Anticorrupción Alejandro Luzón interrogó al ex vicepresidente del Gobierno acerca de los 6 millones que percibió de Lazard, el banco de inversión en la que trabajaba Rato antes de su llegada a Caja Madrid y que ejerció de asesor financiero de la salida a Bolsa de Bankia. Rato se amparó en la famosa fórmula de la retribución en diferido para contestar al requerimiento de Luzón. El ex director gerente del Fondo Monetario Internacional confirmó la existencia de una transferencia desde Lazard, que preside su amigo Jaime Castellanos, a sus cuentas personales por esa cifra. Según Rato, esos 6 millones correspondían al pago de unos derechos de acciones de Lazard adquiridos en 2008 y que vencían precisamente en 2011, el año de la salida a Bolsa. La pregunta abre otra vía de sospecha por parte de Anticorrupcción sobre la gestión de Rato al frente de Bankia. En el sector ya causó, en su momento, cierta sorpresa la contratación de Lazard, como actor principal del debut bursátil de Bankia por su vinculación pasada con el dirigente del PP. Lazard ejerció de asesor financiero de la operación, mientras que como entidades coordinaras globales y actuaron Bank of America Merrill Lynch, Deutsche Bank, JP Morgan, UBS y la propia Bankia. Las sospechas del juez Fernando Andreu de las buenas relaciones entre Rato y Castellanos ya aparecieron en los interrogatorios del magistrado de la Audiencia Nacional por el caso Bankia. De hecho, Andreu solicitó a Lazard una gran cantidad de documentación sobre los trabajos de Lazard en la salida a Bolsa de Bankia. El banco de inversión no sólo asesoró en el salto al parqué, sino que también aconsejó en la fusión de las siete cajas para crear Bankia y la escisión de BFA (Banco Financiero y de Ahorro). Leer noticia completa en vozpopuli.com