Sobre las inundaciones de ayer, el Ayuntamiento de Alzira no busca razones, busca excusas

Miércoles, 25 de marzo de 2015 | e6d.es
• “Hay concejalías y cargos que no pueden estar en manos del primero que pase por allí o que se repartan como si estuvieran en una partida de cartas”

Una gota de limón | El Buen entendedor

En Alzira nunca pasa nada hasta que pasa, y cuando pasa viene la segunda parte: las excusas. Estamos acostumbrados a que en Alzira haya periodos de fuerte lluvia que descargan en poco
tiempo una gran cantidad de agua que, en ocasiones, suele inundar algunos puntos concretos de la ciudad y, casi siempre, los mismos. Lo de ayer fue un escándalo. Por la mañana me imaginaba a nuestra alcaldesa y al concejal de urbanismo, el de los "kekis", preocupados en preparar sus argumentos y excusas, eso y visitar luego los lugares afectados con las caras largas y compungidos.
Dice el refranero español que “más vale prevenir que curar”, ¿prever qué? En Alzira lo único que se prevé es el tablao flamenco que montan en fallas para que los políticos tengan una perfecta visión de la mascletà y no sean molestados por el pueblo llano, que los apretujones no son agradables.
Es en este tipo de situaciones como la de ayer es cuando se ve si alguien es competente en su puesto. ¿Quién ha previsto que esto podría pasar? ¿Qué medidas se toman para que esto no ocurra? Ninguna, ahí están los hechos.
Hay concejalías y cargos como, por ejemplo, Sanidad, Educación, Urbanismo, Policía o Servicios Públicos que no pueden estar en manos del primero que pase por allí o que se repartan como si estuvieran en una partida de cartas. Requieren una experiencia y una preparación para prevenir episodios como el que ha ocurrido en Alzira (calles inundadas, ciudadanos atrapados por el agua, vehículos inmovilizados...) y tomar soluciones a priori, no a posteriori señor Montalvá. Qué grande le viene el traje.
En ocasiones he leído en este diario denuncias acompañadas de fotos espectaculares que no engañan, como el algodón, sobre imbornales alquitranados que dificultan la evacuación del agua o alcantarillas sucias y taponadas por tierra, vegetación, escombros y papeles. Este esperpento urbano lleva, en buena parte, a jaleos como el de ayer. Los dos responsables del desacato son Elena Bastidas, alcaldesa de Alzira, con un coste al erario público de 6.063 euros al mes y Enrique Monatlvá, concejal de Urbanismo, con un coste al erario público de 2.343 euros al mes. Los 8.406 euros al mes que cuestan no tienen ni por asomo relación de igualdad al servicio público que de ellos recibimos.
Elena Bastidas tenía que preparar su excusa, y lo hizo con una nota de prensa que es una auténtica pantomima. Habla de "haber llovido 200 litros por metro cuadrado en tan solo 10 horas", mientras que la Agencia Estatal de Meteorología, que no es moco de pavo, informa de una precipitación acumulada en 12 horas de 100 litros por metro cuadrado.
La alcaldesa se lució al hablar del "trabajo de prevención realizado en los barrancos en los último meses, con la limpieza que realizamos desde el departamento de Agricultura, lo que ha hecho que la situación estuviera controlada, así como los colectores y el alcantarillado que han funcionado correctamente ya que estaban limpios y esto ha provocado que la situación se pudiera solucionar más rápidamente". Como diría Rockefeller: ¡Toma Moreno!
Elena, si fuera verdad lo que dices no se habría producido esta calamidad, ¿no lo entiendes? Podrás decir lo que te plazca en tu club de la comedia, otra cosa es que te creamos. Hay que asumir, primero, que no ha habido prevención y, segundo, que ni barrancos, ni colectores ni alcantarillados estaban en condiciones, quieras tú o no quieras. Os observo.
 
 
 
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