Cerca de 74.000 euros son los que alegan, desde el grupo socialista de Turís, que se ha gastado la alcaldesa, Pilar Lozano, en despedir a siete funcionarios por su ideología política.
Según el PSPV la alcaldesa se habría gastado este dinero, sacado de las arcas públicas, pese a tener una deuda acumulada desde diciembre de 2012 de 4.343.220 euros.
Desde el grupo político también destacan que «estos despidos no se produjeron por falta de capacidad profesional de los empleados, ya que habían tenido bastante tiempo para demostrar su valía profesional en el desempeño de sus funciones propias».
Por su parte, la alcaldesa reitera que «cuando entramos a gobernar no pedimos a nadie la afiliación política, eso es una barbaridad». Y destaca que cuando su gobierno entró en el Ayuntamiento se encontró con un desastre en la administración de 7,3 millones de deuda y fue por ello por lo que se tuvo que hacer un plan de ajuste y pedir dos préstamos.
Pero, pese a éstos préstamos, Lozano explica que no se obtuvo el dinero que se necesitaba y por eso se recurrió a la amortización de no siete, como apuntan desde el PSPV, sino cinco plazas de funcionarios «que cumplían unas tareas que ya no eran necesarias». Con lo que no contaba la alcaldesa, según el PSPV, era que los funcionarios denunciarían esos despidos ante magistratura y mucho menos que dieran a dos de ellos como improcedentes.
Además, Lozano también explica que con esta actitud desde el PSPV lo único que están dando a entender es «que ellos mismos serían los que metieron a la gente a dedo y de su ideología política», por lo que ahora criticarían estos despidos.   Laura Boscá.  Leer noticia completa en Las Provincias