La Conselleria de Agricultura ha autorizado la quema parcial y controlada de la paja del arroz para intentar acabar con una planta invasora que está afectando a las plantaciones. Se trata de la Leersia Oryzoide de la que se desconoce su procedencia pero que es muy peligrosa porque cubre el arroz y pone en riesgo la viabilidad de los cultivos. Además se reproduce muy rápidamente y se extiende por las parcelas, además de a través de las semillas, también por las trazas del arroz.
«El año pasado sólo detectamos dos parcelas con una afección baja, pero este año, tras poner en alerta a los agricultores, se han multiplicado», ha señalado el vicepresidente de Ava y secretario de la sección de Arroz, Miguel Minguet. Tras intentar acabar con esta planta invasora a través de herbicidas no se ha encontrado el producto que sólo elimine a la Leersia por lo que se ha optado por la quema para así desinfectar las zonas más afectadas.
«Su presencia es cada vez más importante y se intentará controlar con la quema para frenar su avance. Estas quemas se realizarán en un 15% de los terrenos de arroz, principalmente en la zona de Sueca y Sollana», ha explicado el vicepresidente del sindicato.
Las partidas que cuentan con un mayor número de esta especie son las más cercanas al lago que serán en las que se autorizará la quema controlada por la guardia rural ya que no se puede realizar a título personal por los agricultores.
Otra de las medidas que se ha acordado para frenar el avance de la planta es que los terrenos donde se encuentran los focos sean los últimos en segarse para evitar que se infecten otros a través de los trozos que quedan en las cribas de las máquinas.
«Se está estudiando permitir la quema en unas 3.000 hanegadas, las que no están cerca de la Dehesa», ha especificado el presidente de la Cooperativa Unió Cristiana de Sueca, José Luis Mariner. Y es que existen unas zonas muy afectadas, unas diez parcelas en la zona de la Ribera Baixa, que corren peligro de perder las cosechas. Sin embargo, en el resto de plantaciones han comenzado a crecer algunas de estas plantas sin que todavía tengan graves consecuencias. Pero para evitar que se convierta en una plaga que acabe con las cosechas se están poniendo cuanto antes medidas como la quema de la paja. «Esta planta amenaza la viabilidad del cultivo del arroz en el parque de l'Albufera lo que provocaría graves consecuencias para el entorno», ha destacado Minguet. Leer noticia completa en las provincias.es