¿La dieta mediterránea es recomendable para la COVID-19?

Jueves, 20 de mayo de 2021 | e6d.es
• Se han realizado diversas investigaciones sobre el coronavirus y los elementos que pueden influir en su prevención y tratamiento

Desde el origen de la pandemia, se han realizado diversas investigaciones sobre el coronavirus y los elementos que pueden influir en su prevención y tratamiento. Entre ellos destacan los informes sobre el papel de los nutrientes (vitaminas y minerales) para reforzar las defensas del sistema inmunológico y hacer frente al COVID-19. No obstante, son escasos los artículos que se centran en estudiar los beneficios positivos de los patrones dietéticos, como el caso de la dieta mediterránea.  

La dieta mediterránea es uno de los patrones alimentarios más saludables del mundo, así lo afirma el ranking global elaborado por U.S News & World Report sobre 35 dietas. Además, es la más sencilla de hacer de forma rutinaria, la más recomendada para personas con diabetes y la que incluye todo tipo de alimentos.

“En términos de alimentación, está centrada en reducir el consumo de carnes rojas, azúcares y grasas saturadas. Se caracteriza por una elevada presencia de vegetales, frutas, granos enteros y grasas saludables. El aceite de oliva virgen, rico en vitaminas A, D, E y K, es un pilar en las comidas y aporta importantes beneficios. Entre ellos, disminuir el riesgo de coagulación sanguínea en personas obesas, mejorar el control de la presión arterial y favorecer la absorción de calcio, fósforo, magnesio y zinc”, según información del portal de nutrición Sundt.es

Estas propiedades también son importantes para las personas que padecen obesidad. Un artículo publicado por The British Medical Journal (BMJ), menciona que son considerados como un grupo de riesgo para enfermedades graves y muerte por COVID-19.

“Las posibilidades de morir por COVID-19 aumentaron con la gravedad de la obesidad, desde un riesgo 27 % mayor en la primera categoría de obesidad según el índice de masa corporal (IMC:30-34.9) a más del doble del riesgo en la categoría más obesa (IMC> 40)”, detallan los expertos.

Comer mejor para reforzar el efecto antiinflamatorio
Los nutrientes que están presentes en la dieta mediterránea, como los polifenoles, ácidos grasos ω-3 y la vitamina D, tienen un alto poder antioxidante. Por lo tanto, luchan contra los radicales libres en nuestro organismo y mejoran la respuesta inmune en infecciones pulmonares.

Y es que, un elevado porcentaje de las personas infectadas por el SARS-CoV-2 han sufrido enfermedades graves como la disminución de la capacidad respiratoria y neumonía. En ese sentido, los efectos antiinflamatorios y antioxidantes de los nutrientes mencionados anteriormente podrían contribuir a reducir la severidad de estas patologías.

Junto a estos nutrientes, es importante la ingesta de agua y bebidas para diluir las secreciones respiratorias. Cuando una persona está deshidratada, estas secreciones se espesan y son complejas de eliminar de los pulmones. Un paciente con COVID-19 necesita reponer las pérdidas de líquidos de su organismo.

Como mínimo, se recomienda beber de 60 a 120 ml de agua o líquidos claros cada 15 minutos. Si no puedes beber grandes cantidades de líquido, toma pequeños sorbos cada cierto tiempo.
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