La anguila no quiere que se cierre el Centro de Polinyà

Artículo de opinión de Miguel Jover Cerdá, Catedrático de Acuicultura de la Universitat Politécnica de Valencia

La decisión de cerrar el Centro de Producción de Peces de Aguas Cálidas de Polinya del Xuquer me parece un grave error, pues se trata de un centro emblemático, y único, en todo el territorio español, que ha conseguido a lo largo de 25 años pre-engordar y repoblar las aguas continentales con casi dos millones de ejemplares de anguila, especie muy amenazada por diversos impactos humanos, contaminación, efecto barrera de azudes y presas, etc.
Además, el centro reúne las condiciones adecuadas para la cría de especies autóctonas de aguas cálidas, y así en los últimos años se han conseguido criar varias decenas de miles de samaruc, espinoso y colmilleja para repoblar diversas masas acuáticas valencianas.
En la actualidad el centro funciona razonablemente bien, y aunque todo es mejorable, cuenta con una buena temperatura del agua, con estanques bajo invernaderos en perfecto uso, y está ubicado en un lugar que favorece la logística para la obtención de angulas.  Además, su personal técnico tiene una gran experiencia en el manejo de estas especies, y desarrollan su trabajo con gran ilusión y profesionalidad, por lo que su cierre provocará la pérdida de un conocimiento irrecuperable.
Entiendo que se trata de un tema de reducción de costes, aunque sospecho que éstos no son tan elevados como pudiera parecer, sobre todo si se considera el beneficio ambiental y social que origina. En este sentido, siempre es posible reducir costes o buscar nuevas fuentes de financiación, y así el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP) que gestión la Secretaria de Pesca del MAGRAMA, prevé destinar dinero a las especies que tengan aprobado una plan de conservación y gestión, y precisamente la anguila lo tiene ¡aprovechemos esta gran oportunidad!
En el Grupo de Investigación de Acuicultura y Biodiversidad (GAB) de la Universitat Politécnica de Valencia estamos muy comprometidos con la anguila, y tenemos muchas expectativas e intereses científicos en el Centro de Polinya, pues nuestra participación en el Plan de Gestión de la Anguila, preveía varias colaboraciones fundamentales con el Centro para continuar con el proceso de reproducción de la anguila, que ya conseguimos en el laboratorio de la UPV en el marco del Proyecto Europeo PROEEL hace unos años, pero que todavía requiere de muchas investigaciones. Actualmente, tenemos algunos ejemplares destinados a reproductores creciendo en sus instalaciones, que esperan la obtención de fondos para abordar un nuevo proyecto de investigación.
La anguila, no solo tiene interés ambiental, sino también económico, pues es una especie acuícola consolidada, cuya principal producción comercial se concentra en la Comunitat Valenciana, y qué duda cabe que la obtención de angulas en cautividad contribuiría a la sostenibilidad de la acuicultura de la anguila. La participación del Centro de Polinya en proyectos de investigación acuícola podría sin duda ayudar a su cofinanciación, y contribuir con un beneficio económico que se sumaría al social y ambiental de la anguila valenciana, que personalmente me parece muy superior al coste económico que pueda tener el centro.
Como valenciano, las anguilas me son muy queridas, y me veo en la obligación moral de defender la existencia del único centro español dedicado a trabajar por esta especie, pero toda la sociedad valenciana debería estar comprometida en la defensa de la anguila, pues forma parte de nuestra historia y nuestra tradición. No olvidemos que la pesca de la anguila en el Lago de la Albufera tiene su primera referencia en la época de nuestro querido Jaime I el Conquistador, y que en la actualidad estamos en proceso de solicitar para la Pesca Tradicional de la Albufera el reconocimiento como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad a la UNESCO. Por una parte solicitamos un reconocimiento internacional para la anguila, y por otra cerramos en único centro que existe para su estudio ¡qué gran contradicción!
Por todo ello, ruego a la Generalitat Valenciana que reconsidere la decisión de cerrar el Centro de Polinya y que entre todos busquemos alternativas para, no solo mantener, sino mejorar sus instalaciones e investigaciones y ayudar a nuestra querida anguila a vivir en nuestros ríos y a contribuir con su deliciosa carne a deleitarnos con el “all i pebre”. Por favor, ¡preguntemos a la anguila si quiere que le cerremos su casa!