Han pasado ya más de 100 días desde que se constituyó el nuevo Ayuntamiento de Alzira. Tenemos nuevo equipo de gobierno, formado por una coalición postelectoral entre Compromís, PSPV-PSOE e IU. Tenemos nuevo alcalde, Diego Gómez García, de Compromís. Y tenemos nuevos objetivos políticos en marcha; los cuales, se distancian de aquella, ya lejana, Gran Alzira de Elena Bastidas.
No quiero entrar a valorar políticamente estos primeros meses del Tripartito. Sólo decir que todavía no entiendo qué necesidad tuvieron de pretender erradicar el pasado reciente en un, ya famoso, panel cerámico de la Semana Santa; así como también, qué necesidad tenían de querer cambiar el nombre de nuestras fiestas patronales: Sant Bernat por Festes d’Alzira.
En su momento no niego que tuve la tentación de expresar mi opinión, de matizar la inutilidad de aquellas acciones; pero, me contuve, me dije: “Paco, deja tiempo al tiempo. No hay comienzo sin tropiezo”.
Lo que quiero indicar en este mensaje creo que tiene mucha más importancia que todo aquello. Y es que vengo asistiendo sistemáticamente a los plenos del Ayuntamiento desde la constitución de la nueva Corporación Municipal y mientras el Tripartito siempre afirma que no hay bastante dinero para gestionar nada, los concejales del PP alegan que será por otras razones; puesto que, dejaron créditos suficientes en las respectivas partidas presupuestarias para que nada tuviese que paralizarse.
Una cosa me queda clara: Alguien miente aquí.
Y de repente he pensado que después del señor secretario, que es el funcionario con habilitación de carácter nacional que auxilia a la Corporación en materia jurídica, está el señor interventor; quien teóricamente debería asesorar a la misma en materia presupuestaria, contable y fiscal. Pero, no tengo constancia alguna de que el interventor municipal –o su equipo, se hayan puesto en marcha para dejar las cosas claras y en su sitio. Tampoco he visto que nadie del Tripartito -o alguien de los antiguos gobernantes del PP, hayan hecho por implicar a este importante funcionario y a su equipo en el esclarecimiento de las cuentas públicas locales.
Y me pregunto: ¿Qué está pasando aquí?
Espero que la persona física del interventor municipal no sea solo una figura decorativa en el Ayuntamiento, por el al alto coste que supone para los bolsillos de todas las alzireñas y de todos los alzireños. Bueno, a estas alturas, casi me importa menos que saber qué está pasando. Y me pregunto, ¿no deberíamos empezar a considerar la conveniencia de contratar una auditoría externa y fiable, cueste lo que cueste, que esclarezca todo esto? Entiendo que aunque nos suponga un coste añadido, un sobrecoste, nunca valdrá tanto como lo que vale conocer LA VERDAD.
En Iniciativa per Alzira estamos al servicio de toda la ciudadanía de Alzira. Velamos por los intereses de todas las alzireñas y de todos los alzireños. Perseguimos lo que sea mejor para todos ellos. Esta es la tarea política que más de 1.000 ciudadanas y ciudadanos nos han encomendado y a la que no vamos a renunciar hasta conseguirlo.