La situación de la manada de Alfarp ha cambiado en tan sólo 24 horas. Después de que LAS PROVINCIAS denunciara el estado de desnutrición y abandono de una treintena de animales -por el aviso de algunos vecinos-, su dueño (que en todo momento negó las acusaciones recibidas) acudió ayer a la finca de campo donde los tiene para darles de comer.
«Nadie se ha hecho cargo de los animales en mucho tiempo» reiteraron ayer los residentes de la zona, quienes añadieron que, «a raíz de la publicación en el periódico, se ha visto algo de movimiento». Un vecino de la población paseaba cerca de la granja, alrededor de las doce del mediodía, cuando vio aparecer un camión que se acercó para dar de comer a las reses.
César, que vive a unos 200 metros de la finca, fue quien alertó a las autoridades de lo que estaba sucediendo con la manada. Por ello, en la jornada de ayer los efectivos del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) también se acercaron hasta este espacio para comprobar si, como se observaba en las fotografías publicadas por LAS PROVINCIAS, los animales estaban desnutridos.
Por su parte, el propietario de las reses se defendió a través de fuentes cercanas, asegurando que «todo lo que se ha contado es mentira, puesto que venimos todas las semanas» a dar de comer a los animales y que éstos no han sufrido ningún tipo de maltrato.
Los vecinos, por su parte han advertido que no sólo las reses están dejadas a su merced, sino que además la valla que las protege tiene un agujero por el que se han escapado en varias ocasiones a lo largo de las últimas semanas, siendo ellos mismos quienes han tenido que reintegrarlas en la manada. Leer noticia completa en lasprovincias.es.