El Ayuntamiento de Cullera se ha manifestado sobre las protestas por el posible cierre de la guardería Sambori ubicada en una zona de nueva construcción. Desde el Consistorio han aclarado que el centro dispone de licencia ambiental y de obras pero que éstas han sido anuladas por el juzgados, una decisión recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia. Sin embargo, al realizarse en la unidad de ejecución 37/7 que no dispone de recepción provisional de las obras de urbanización, el polígono «carece de suministro eléctrico, no está en funcionamiento las redes de alcantarillado y el agua potable y es por ello que no se pueden dar licencias de apertura de funcionamiento de actividades», explican en un comunicado fuentes municipales. Las obras de urbanización de esta zona debían haber finalizado ya. Sin embargo, aún está en ejecución «por causas ajenas a este Ayuntamiento». Leer noticia completa en lasprovincias.es