Cullera recupera un mojón de 1862 en su término municipal

Posee unas dimensiones de 0,77m. de alto por 0,35 m. de ancho

El paso del tiempo y la falta de mantenimiento por su falta de funcionalidad ocultaron este hito, situado en la intersección entre el Camino del Rafal y el Camino del Való en el termino municipal de Cullera. Operarios de la Brigada de Obras y Servicios coordinados por el Servei Arqueològic Municipal procedieron a su extracción y reubicación en su lugar original, junto al cajero de la acequia que por allí discurre.
El mojón de 1862 permanecía oculto y medio soterrado, emergiendo tan sólo unos 0,20 m. del nivel de tránsito, lo que entrañaba un grave peligro de golpes por parte de los vehículos de tracción rodad que circulan por ambos caminos. De hecho, el mojón ya presentaba signos de golpeo por parte de algún vehículo que maniobrando le ocasionó desperfectos en la parte superior del mismo.
Durante los trabajos de extracción se pudo comprobar la ausencia de niveles y materiales arqueológicos que pudieran aportar algún indicio sobre el momento de su colocación. A una cota de – 0, 20 m. sobre el nivel del camino, se localizó su base.
Tras ser debidamente documentado se procedió a su extracción, limpieza, medición y, finalmente,  recolocación en una base de hormigón rematada con un bordillo semicircular, en su lugar original, evitándose la descontextualización histórica y la deslocalización geográfica.
Esta base, además de proporcionar una mejor defensa del mojó ante cualquier posible golpeo de un vehículo, permite una contemplación más adecuada del monolito y una protección ante el tránsito rodado. Se aprovechó para geo-referenciarlo mediante coordenadas UTM de su posición original son:  N  39.16103º - O  0.2877º. Partida de la Calzada, azagador del Való.
El mojón de 1862 posee unas dimensiones de 0,77m. de alto por 0,35 m. de ancho. Esta construido en piedra caliza granítica de forma paralelpípeda y rematado de forma curva. En el centro de la cara que da ambos caminos figura la leyenda “C A  1862”.
Los trabajos de extracción, con supervisión arqueológica, no aportaron información sobre el momento exacto de su colocación. Aunque, se trata de uno de los diferentes mojones ubicados por el término de Cullera cuyo año de amojonamiento viene indicado por su inscripción en letras capitales en su cara visible y por tanto su adscripción cronológica es sencilla. Este mojón no se puede entender sin el contexto geográfico que delimita y sin el resto de hitos que forman parte de ese amojonamiento histórico que afectó al término de Cullera.