AUGC, llevaba tiempo denunciando públicamente la actitud de este Mando, que mantenía un reiterado trato desconsiderado a sus subordinados, que incluso dejó a numerosos municipios de la Compañía de Sueca bajo mínimos en materia de seguridad ciudadana, cuando 60 agentes de dicha compañía, en abril 2011, tuvieron que abandonar sus destinos. Tanta permisibilidad por parte de la Jefatura de la Comandancia, ocasionó los hechos que se remontan a noviembre de 2011, cuando un Guardia Civil que se encontraba prestando servicio de Atención al Ciudadano en el Cuartel de Sueca (Valencia), se ausentó momentáneamente de su puesto de trabajo para hacer uso de su descanso reglamentario durante el servicio.
En ese momento se encontraba en el Acuartelamiento el ahora condenado (a la sazón Capitán Jefe de la Compañía) quien erróneamente consideró que el Guardia Civil iniciaba el descanso sin atender a dos personas que esperaban en las instalaciones.
Cuando minutos después regresó el Guardia Civil, el Capitán, visiblemente irritado, comenzó a reprenderle en tono "elevado y áspero, sin atender a las explicaciones" que trataba de darle el afectado, quien le indicó al oficial que no le gritara en presencia de otras personas, ante lo que el ahora Comandante le ordenó que se dirigiera a su despacho.
Una vez en dicha dependencia y tras recibir insultos y amenazas de iniciar acciones disciplinarias contra él, el Guardia Civil espetó que no aguantaba más y que se iba, momento en que el oficial le golpeó agarrando a renglón seguido al Guardia por el cuello con la mano derecha, desplazándole contra la pared y golpeándole en el pómulo derecho, causándole lesiones consistentes en hematoma, dolor, ligero edema y escoriación.
La vista oral se celebró los días 26 y 27 de marzo en la sede del Tribunal Militar Central (Madrid), habiendo ejercido el Guardia agredido la acusación particular, bajo la dirección letrada de Jesús Manuel González Acuña, director de Acuña Abogados y letrado de la Asociación Unificada de Guardias Civiles de Valencia.
La sentencia del Tribunal Militar Central, de 28 de abril de 2014 y que ha sido dada a conocer en la actualidad, considera probados tales hechos y condena al Comandante como autor de un delito de abuso de autoridad, en su modalidad de maltrato de obra a un subordinado, del artículo 104 del Código Penal Militar, a la pena de cinco meses de prisión, con la accesoria de suspensión de cargo público y derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de prisión, y el deber de indemnizar al subordinado agredido con la suma de mil euros en concepto de responsabilidad civil.
Por tales hechos, durante la instrucción del procedimiento recayó una orden de alejamiento sobre el oficial ahora condenado respecto de su subordinado, lo que le supuso permanecer durante más de seis meses (hasta junio de 2012) alejado de su puesto de trabajo en la Compañía de Sueca, pese a lo cual el Instituto Armado lo mantuvo en el ejercicio de sus funciones, desoyendo las reiteradas peticiones de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) de que fuera adoptada la medida cautelar de suspensión de funciones, legalmente prevista, desde la imputación del Capitán.
Situaciones como esta vienen repitiéndose en la actualidad, en una práctica que no beneficia ni a la imagen ni a la eficacia de la Institución, como ocurrió a comienzos de este año con el Sargento Jefe del Destacamento de Tráfico de Alzira quien, pese a haber sido suspendido temporalmente en sus funciones tras ser sancionado por "vertir insultos graves y amenazas hacia sus subordinados", además de presionar a los Guardias Civiles de Tráfico de Alzira a que incrementen su número de denuncias con la intimidación de la amenaza y el insulto con la consiguiente pérdida de sueldo, continúa al mando de la unidad una vez cumplida la corrección, con el descrédito y pérdida de confianza que dicho comportamiento genera entre sus subordinados.
 
NOTA: texto íntegro de la sentencia en:
http://acunaabogados.files.wordpress.com/2014/05/stmc2014228042014-1.pdf