Algunas de las colecciones del Museo de Historia Natural de Valencia, cerrado desde el pasado 30 de junio, ya tienen hogar. Tras barajarse su salida a otras ciudades españolas, como Barcelona, e incluso al extranjero, se quedan en tierras valencianas.
Alginet será la localidad que albergue cuatro de estas colecciones. En concreto, la Siro de Fez, la Borredà, la holandesa Marcus y la Martínez-Ortí, según confirmó ayer el propio Alberto Martínez-Ortí, ex conservador del museo. En total, unos 400.000 ejemplares de moluscos. A ellas se unirán otras que han sido cedidas recientemente, como la de Emilio Monedero, Antonio Pérez y Vicent Escutia.
Martínez-Ortí mostró su satisfacción por el acuerdo alcanzado «que representa la salvaguarda del patrimonio científico-cultural valenciano» y por «haber conseguido que se quede en la Comunitat». Por su parte, el alcalde de Alginet, Jesús Boluda, señaló la «total disponibilidad» del consistorio a acoger las colecciones y confirmó que ya se está trabajando en la redacción del convenio que certifique el traslado de las colecciones desde Valencia.
El nuevo destino será la casa conocida como Hort de Feliu, que actualmente alberga un centro ocupacional y tiene al lado un instituto. Según detalló el alcalde, hay varias salas libres que han convencido a los responsables de las colecciones de moluscos aunque habrá que realizar alguna reforma, por lo que no hay fecha todavía de apertura de este nuevo museo.

Reclamar a Valencia
No obstante, antes de su traslado a Alginet, los propietarios o responsables de los ejemplares deben conseguir que el Ayuntamiento de Valencia devuelva las colecciones, ya que actualmente están depositadas en la sede del Museo de Historia Natural de Valencia, ubicado en el paseo de la Pechina.
Según detalló el ex conservador del recinto, el pasado septiembre se presentó un requerimiento al consistorio para la recuperación de las cuatro colecciones que ahora irán a Alginet. Sin embargo, no ha habido respuesta, por lo que «no se descarta presentar una denuncia en el juzgado para que atiendan nuestra petición». Además, también desconocen el estado en el que se encontrarán los ejemplares malacológicos al no contar con la supervisión y el mantenimiento adecuados. I. Domingo.  Leer noticia completa en Las Provincias